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El secreto senderista mejor guardado: la Ruta Licia en Turquía

El secreto senderista mejor guardado: la Ruta Licia en Turquía

Historia, paisajes, tradición y aventura en un marco mediterráneo idílico.

Ruta Licia

En el sudoeste de Turquía, entre densos bosques de pinos, colinas de roca caliza y villas marineras enfrentadas a dramáticos acantilados que mueren en el Mediterráneo, unas tumbas ricamente ornamentadas constituyen la prueba principal de la existencia de una de las culturas del Asia Menor más ignorada por los historiadores: el pueblo licio.
 
En el siglo VIII a. C., la región de Licia se hallaba estratégicamente incrustada entre los reinos de Lidia, Pamphilia y Caria, y constaba de 65 ciudades dispersas sobre las estribaciones meridionales de la cadena montañosa del Tauro.
 
En ellas habitaba un pueblo poderoso y orgulloso. Las dotes marineras de los licios solo eran igualadas por sus habilidades comerciales y la bravura que mostraban en el campo de batalla.
 
A pesar de esas virtudes sucumbieron, tras una heroica resistencia, al ataque de las fuerzas persas de Ciro II el Grande. Seléucidas y romanos llegarían más tarde, pero los licios, a pesar de estar bajo dominación extranjera, siempre mantuvieron un alto grado de autonomía.

Ruta Licia

EL ORIGEN DE LA RUTA LICIA
 
En 1999, este antiguo y orgulloso pueblo llamó la atención de la inglesa Kate Clow.Kate se había trasladado de Reino Unido a Estambul en 1989 para trabajar como vendedora de software informático.
 
Era una amante de la historia y, tras mudarse a Antalya, comenzó a estudiar el legado licio mientras hervía en su mente la necesidad de crear la primera ruta senderista de largo recorrido en Turquía.
 
Fue así como, a las puertas del sigo XXI, nació la Ruta Licia, uno de los trekkings más apasionantes y desconocidos del mundo.

Ruta Licia

La Ruta Licia es un recorrido –señalizado íntegramente por Kate Clow– de algo más de 500 km que discurre por las provincias turcas de Mugla y Antalya, en la península de Teke. Si quieres realizarla entera, necesitarás algo más de un mes.
 
Por ello, lo habitual es elegir un tramo y caminar durante unos días por él.
 
En el sendero hallarás los milenarios monumentos mortuorios de los licios –en forma de tumbas escondidas en vistosos panteones que aparecen tanto a ras de suelo como en cuevas horadadas en colinas rocosas–, pero también restos de ruinas romanas, bizantinas o griegas.
 
Sin embargo, la Ruta Licia no es solo apta para los amantes de la Historia.

Ruta Licia

HISTORIA, PAISAJES, TRADICIÓN Y AVENTURA: LA RUTA LICIA ENTRE FETHIYE Y KALKAN
 
Aunque oficialmente, la Ruta Licia tiene su inicio cerca de la población de Ölüdeniz –encontrarás, incluso, una especie de pancarta que lo anuncia–, hay un tramo extra que une a esta con el pueblo de Fethiye.
 
Embarcaciones pesqueras y de recreo son mecidas suavemente por las mansas aguas del puerto de Fethiye. Las calles, tranquilas durante gran parte del año, reviven en verano con el ruido provocado por la llegada de turistas locales y europeos.
 
En la parte alta de la población, un conjunto de tumbas licias aparecen excavadas en la pared de una colina. Los tesoros encontrados en ellas se exhiben en el pequeño museo del pueblo, que apenas recibe visitantes.
 
Ruta Licia
 
Cargado con la mochila y la tienda de campaña, preguntas a la gente local sobre el inicio del camino de la Ruta Licia. Nadie sabe contestar. Incluso el plano que tienen en la oficina de turismo de Fethiye es vago e inservible.
 
Al final, es algún vecino extranjero (aquí viven muchos ingleses) quien te da una pista válida para enfilar el inicio de la Ruta Licia. Sabes que estás en el camino correcto al encontrar la característica marca –una franja blanca sobre otro roja– pintada sobre una roca de un sendero forestal.
 
El desconocimiento que todo el mundo parece tener de este tesoro senderista, lejos de descorazonarte, te hace prever una aventura sin igual.
 
Estás en lo cierto. Siempre acampas solo y en la ruta tan solo te cruzas con excursionistas que pasan el día. Te sientes como un verdadero explorador.

Ruta Licia

El itinerario te lleva a descubrir pueblos fantasmas, como el de Kayaköy. Vacíos esqueletos de cemento evidencian que aquí vivieron centenares de familias griegas a principios del siglo XX. Habían llegado huyendo de la guerra turco-griega y serían utilizadas como moneda de cambio (por prisioneros turcos) tras el fin de la Primera Guerra Mundial.
 
Del silencio sepulcral de Kayaköy pasas al alboroto de la turística Ölüdeniz, pero para ello debes atravesar un camino que discurre a través de verdes pinadas, montañas que dejan su huella en tus piernas y miradores que se graban a fuego en tu memoria.
 
Porque ante ti aparecen acantilados grises, ocres y verdes que se hunden en un mar con tantos tonos de azules que no sabes ni nombrarlos.

Ruta Licia

Además, el hecho de que la acampada libre esté permitida en Turquía te permite elegir el marco en el que quieres despertar cada mañana. La naturaleza te ofrece tantas bellas alternativas que es complicado elegir.
 
La ciudad de Ölüdeniz, que se extiende junto a una playa de aguas cristalinas y la famosa Laguna Azul, ha sido tomada por los turistas británicos, por lo que encuentras una mayor densidad de pubs que en Londres y lo mejor que puedes hacer es huir tras comer algo y darte un baño en la playa.
 
Una original forma de contemplar la bella estampa de Ölüdeniz es desde el aire. Aquí se encuentra la pista de despegue de parapente que ofrece mayor desnivel en toda Europa. Una sensación inolvidable.

Ruta Licia

Los kilómetros se van acumulando en las piernas y la espalda, mientras subes y bajas montañas, casi siempre con el Mediterráneo en el horizonte, que te intenta insuflar ánimo.
 
Así es como llegas a las antiguas ruinas de Patara, una próspera ciudad marítima y comercial de Licia en la que nació San Nicolás de Bari.
 
Un gran anfiteatro con capacidad para 5.000 personas pelea el protagonismo a su fantástica playa de 18 km de largo. Restos de basílicas bizantinas, un paseo repleto de columnas, y tumbas licias son otros de los tesoros arqueológicos de Patara.

Ruta Licia

Más lejos, las casas de Kalkan se encaraman a una verde colina coronada por la tumba del rey licio Amyntas, que mira al mar.
 
Este lugar vacacional es perfecto para descansar un poco, antes de tomar un dolmus (furgonetas colectivas dedicadas al transporte local) de regreso al punto de partida.
 
Hasta Antalya, aún quedan sorpresas como la bella Kas, el mítico Monte Olympos o la bahía de Kekova, perfecta para recorrerla en goleta o kayak.
 
La Ruta Licia te atrapa y mientras miras por la ventanilla, sabes que volverás.

Ruta Licia