Tanto Balat, el histórico barrio judío, como Fener, el antiguo barrio griego, son zonas perfectas para conocer un poco sobre la vida local en Estambul al recorrer sus históricas, coloridas y empinadas calles.
Una de las muchas coloridas calles de Balat
Los barrios de Fener y Balat, Estambul
Situados a lo largo de la costa sur del Cuerno de Oro, caminar por los barrios vecinos de Balat y Fener es un auténtico viaje al pasado. Antiguamente, ambos barrios fueron un crisol de las culturas judía, griega, armenia y turca.
Sin embargo, el carácter multicultural de Balat y Fener se perdió a lo largo de la segunda mitad del siglo XX, cuando gran parte de la comunidad judía emigró a raíz del nacimiento de Israel y la mayoría de las familias griegas huyeron a causa del Conflicto de Chipre en los 60 y 70. Después de eso, la zona cayó en el olvido durante un largo periodo convirtiéndose en una de las más pobres de Estambul.
A partir del 2003, siguiendo un proyecto de renovación para Balat y Fener financiado por la Unión Europea, la zona empezó a florecer de nuevo con bohemios cafés, tiendas vintage y talleres de artesanía. Tanto Balat como Fener fueron también incluidos en la lista de Patrimonio Universal de la UNESCO.
Una de las empinadas calles de Fener, el histórico barrio griego de Estambul.
La mejor manera de descubrir Balat y Fener es perdiéndose en sus estrechas y empinadas calles. Entre históricas casas de madera de extrañas formas y colores, sinagogas, iglesias y mezquitas de épocas bizantinas y otomanas, hay muchos pequeños secretos por descubrir.
Uno de los edificios que seguramente llamará tu atención es el imponente Instituto Griego Ortodoxo de Fener (también conocido como Castillo Rojo), construido en 1454 con ladrillo rojo traído de Francia. El imponente edificio con forma de castillo domina la colina de Fener y está todavía en uso como instituto para una minoría de origen griego.
Otro importante lugar que no hay que perderse es la Catedral Patriarcal de San Jorge, sede del Patriarcado de Constantinopla desde el año 1600. Aunque la catedral es humilde y relativamente pequeña, es para los creyentes ortodoxos tan importante como San Pedro del Vaticano para los católicos.
Pero, además de historia, lo que más me sorprendió de Balat y Fener fueron sus pequeños detalles de vida cotidiana. A lo largo de un paseo en Balat y Fener, verás un montón de gatos callejeros descansando tranquilamente, niños jugando al fútbol despreocupadamente y coladas colgadas de casa en casa. En definitiva, cada esquina es una oportunidad para una buena foto.
Es evidente que estos barrios se van a poner de moda pronto así que, si puedes, ve ahora antes de que se llenen de turistas. El alma de Estambul se descubre caminando por sus barrios menos conocidos…
Cómo llegar a Balat
Desde Eminönü puedes caminar a lo largo de la costa del Cuerno de Oro (unos 20-30 minutos) o tomar alguno de estos buses: 33ES, 35D, 36CE, 41Y, 44B, 48E, 55T, 99, 99A, 99Y, 399B and 399C. Bájate en la parada Fener y empieza a explorar todas sus calles.