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6 pueblos y rincones detenidos en el tiempo que tal vez desconocías

Más allá de los pueblos relativamente más conocidos en términos turísticos  de la provincia de Girona como Pals, Besalú, Peratallada, o Cadaqués, hay una segunda ronda de pueblos para sumar a un itinerario, una lista por algunos de los mejores rincones medievales que no siempre aparecen entre los más reconocidos (injustamente). Todos invitan a perdernos entre calles angostas empedradas, fachadas que poco o nada cambiaron en siglos, y un ambiente que nos parecerá (con todo su encanto) detenido en el tiempo.
 
Los que siguen son 5 pueblos para creernos en un viaje a épocas medievales, todos ellos poniendo rumbo a zonas de montaña en el entorno Pirineo, una colección de puntos ideal para complementar por una ruta por los pueblos mejor conservados y con más encanto de la Costa Brava.
 
1. Una reliquia medieval imperdible en el Prepirineo (Beget)
Un pequeño pueblo del Prepririneo en Alta Garrotxa (Pirineo Oriental), Beget está en un área de valles y montañas incluido entre los buenos tesoros que ver en Cataluña. Posee un aspecto que poco ha cambiado, con una iglesia románica (Sant Cristófol), y un caserío de piedra que se adapta al paisaje de un modo encantador. Como tantos pueblos apartados, la población de Beget está en descenso, pero en cambio el turismo se acrecienta atraído por razones que se hacen evidentes en cada imagen:

Beget

Beget

Beget

Beget

Beget

Beget


2. Un vistoso puente de más de ocho siglos en Camprodon
Camprodon es un pueblo de la comarca del Ripollés, situado en un valle entre los ríos Ter y Titort. Es una ciudad que guarda su zona histórica, y que es además un paraíso del senderismo entre paisajes de montaña. Como emblema Camprodon posee un puente medieval con ocho siglos de historia sobre el río Ter, parte del reconocido patrimonio arquitectónico de Cataluña junto a una torre de defensa.

Camprodon

Camprodon

Camprodon


3. Monasterio de San Pere de Rodes
Casi en la frontera con Francia, y donde los Pirineos se encuentra con el mar, se encuentra el monasterio de San Pere de Rodes, en el municipio de El Port de la Selva. La ubicación y el aspecto medieval del monasterio es lo que lo hace completamente especial. Es una zona donde hay varias ruinas de un poblado también medieval del que queda solo su iglesia. Está en un sector en altura y aislado, con vistas en el área de la costa del golfo de Rosas. Durante el siglo XX se hicieron las principales restauraciones para llegar a como se ve en su estado actual.

San Pere de Rodes

San Pere de Rodes

San Pere de Rodes

San Pere de Rodes


4. Un pueblo al borde de un acantilado de basalto (Castellfollit de la Roca)
Castellfollit de la Roca es parte del precipicio de basalto, como si estuviera amurallado naturalmente sobre un risco de 50 metros de altura y casi un kilómetros de extensión. Su situación es evidenemente, fotogénica por demás: sobre todo desde caminos aledaños o desde la carretera. Se encuentra en la comarca de La Garrocha.

Castellfollit

Castellfollit

Castellfollit

Castellfollit


5. El pueblo en torno a un antiguo mercado medieval, Monells
Monells nos lleva a alejarnos un tanto de los Pirineos, en la comarca del Bajo Ampurdán. En torno a lo que era un castillo (que hoy solo puede exhibir algunas murallas) comenzó a desarrollarse un poblado de evidente pasado medieval, en aquellos tiempos con un importante mercado regional. Hoy Monells es una joya muy bien conservada, con una pintoresca plaza e iglesia, además de construcciones de fachadas históricas que invitan a varias fotos:

Monells

Monells

Monells

Monells


6. Queralbs
Situado en la comarca catalana de Ripollés, en los Pirineos y en torno a un paisaje de importantes picos montañosos está Queralbs. De hecho, algunas cimas de los Pirineos cercanas alcanzan a superar los 2.800 metros snm. El pueblo con su encanto, es muy frecuentado por quienes visitan el Valle de Nuria, una combinación perfecta entre caserío encantador, y excursión de alta montaña.

Queralbs

Queralbs

Queralbs